La Diócesis de Mallorca destinará el 75% de la colecta que se llevará a cabo este domingo en las parroquias, dentro de la Campaña Mallorca Misionera, a los refugiados de Kosovo. El 25% restante servirá para ayudar a algunos de los trabajos de los 230 misioneros mallorquines (seglares, religiosos, religiosas y sacerdotes) que hay repartidos en el mundo en unos 30 países.
Cáritas se encargará de canalizar los fondos dirigidos a los desplazados albanokosovares, que según manifestó su directora, Maria Salleras, se destinarán a mejorar la situación de las víctimas del conflicto que se encuentran en los campos de Macedonia, Albania y Montenegro.
En relación a los veinte refugiados albanokosovares que serán acogidos a mediados de mayo en Balears, Salleras dijo que la Administración se encargará de su sostenimiento, «pero, como no se sabe si vendrán muchos más ni cuánto tiempo se alargará el conflicto, se guardará un remanente por si fuera necesario para atender a las personas que vengan a Mallorca». La Campaña Mallorca Misionera fue presentada ayer por el vicario episcopal, Sebastià Salom; el delegado diocesano de Misiones, Jaume Mas; y la directora de Cáritas Mallorca, María Salleras.
La Iglesia de Mallorca «intenta compartir lo que posee con quienes más lo necesitan», dijo Mas, quien comentó que esta ayuda al pueblo albanokosovar es posible «gracias a la generosidad del pueblo mallorquín» y a que algunos de los proyectos misioneros son subvencionados por instituciones públicas.