El 90 por ciento de las empresas ubicadas en los dos polígonos industriales de Palma "Son Castelló y Can Valero" deberá legalizar su situación actual, según explicó el teniente de alcalde de Urbanisme del Ajuntament de Palma, Carlos Ripoll. En estos momentos, todas las empresas que no son puramente industriales se encuentran en situación de semi ilegalidad y deberán solicitar la licencia de actividades y el permiso de apertura.
El concejal de Urbanisme del Ajuntament aseguró que estos problemas de legalidad se deben a que, en el anterior Plan General de Ordenación Urbana de Palma, los dos polígonos de la ciudad estaban considerados recintos industriales, por lo que en ellos no podían ubicarse empresas de servicios.
Sin embargo, la realidad de los más de 30 años que lleva en funcionamiento el polígono de Son Castelló ha sido muy diferente. Son pocas las industrias instaladas y lo que comenzó con pretensiones de polígono industrial ha derivado de hecho en un polígono de servicios. Por esta razón, comenzaron a instalarse comercios, bares, restaurantes, concesionarios, oficinas y entidades bancarias que rozaban la ilegalidad urbanística.
El teniente de alcalde aseguró que el Ajuntament de Palma ha aprovechado la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Palma para legalizar una situación en la que los sucesivos consistorios palmesanos habían actuado con «manga ancha». De esta manera, la revisión del PGOU de Palma ha hecho que el polígono industrial pase a tener los usos de polígonos de servicios.