La oposición empleó términos muy duros para calificar la Ley General de Turismo (LGT) del Govern. «Es (la ley) improvisada, parcial e intervencionista», opinó Uniò Mallorquina, el partido que preside Maria Antònia Munar; «es un farol», afirmó el PSIB-PSOE, y «una falacia», en opinión del PSM.
La Sectorial de Turisme de Uniò Mallorquina considera que el Govern «pretende amarrar a los hoteleros con la LGT» al aprobarla por la vía de urgencia. «Vistas las reacciones del sector, el Govern ha demostrado, una vez más, su total desconocimiento de la realidad turística», según UM.
Por otra parte, Antoni Roig, portavoz del PSIB-PSOE en Cort, afirmó que el Govern había realizado un «farol» al asegurar que la LGT estaba consensuada. «La reacción de los hoteleros ha demostrado que no era así y Matas ha quedado en una situación muy incómoda porque no se puede jugar con fuego con algo tan importante como el turismo», precisó.
Antoni Sansó, diputado del PSM y experto del sector turístico, calificó de «grave error» del PP querer imponer la LGT por la vía de urgencia, sin un consenso amplio. «Nos dijeron que la LGT era respaldada por todo el mundo, pero estamos comprobando con sorpresa que alguien mentía», indicó Antoni Sansó.