Las negociaciones que este jueves arrancan en Estambul, Turquía, entre las partes en liza de la guerra a gran escala decretada por Vladímir Putin en Ucrania marcan la hoja de ruta de la escena internacional. Sobre el papel las posiciones no parecen haberse movido en demasía de las planteadas en ese mismo escenario hace algo más de tres años.
Es previsible que el negociador que se verá cara a cara con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en nombre de Rusia se mantenga firme en las pretensiones del Kremlin de afianzar sus posesiones en las regiones ucranianas del sur y el este, así como evidencias de que Kiev se mantendrá distanciado del bloque de la OTAN ahora, y en el futuro.
Alineación con Washington
Zelenski, últimamente más alineado con las ideas de Washington, como se plasma en el acuerdo de explotación de tierras raras en suelo ucraniano a cargo de empresas estadounidenses, expondrá sus propias líneas rojas en un contexto bélico marcado últimamente por el agotamiento de sus tropas ante la inercia rusa, como ha quedado patente en Donetsk, y más allá de la frontera, en la región rusa de Kursk.
Desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, la comunidad internacional ha presionado para alcanzar una solución diplomática. La Unión Europea ha aprobado distintos paquetes de sanciones contra Moscú, el último hace tan solo unas horas. Sin embargo, los intentos previos de negociación no han logrado progresos significativos. Ahora, con casi un año y medio de enfrentamientos, la situación humanitaria y económica en Ucrania se ha deteriorado gravemente.
Escenarios plausibles
En este contexto los analistas barajan diferentes escenarios posibles tras las conversaciones en Estambul. Uno de ellos contempla que Rusia podría acceder a un alto el fuego a cambio de consolidar su control sobre los territorios ocupados en el este y sur de Ucrania. Otra opción es que Kiev acepte algún tipo de estatus neutral, renunciando a su aspiración de unirse a la OTAN; no así sucedería con su inclusión en el club comunitario.
No obstante, también existe el riesgo de que las negociaciones fracasen una vez más si ambas partes se mantienen inflexibles en sus demandas. En ese caso, el conflicto podría congelarse indefinidamente, con un alto coste humano y económico para Ucrania y repercusiones globales en términos de seguridad y estabilidad.
El resultado de las negociaciones en Estambul también tendrá implicaciones para España y el conjunto de la Unión Europea. Una escalada del conflicto podría agravar la crisis energética y económica derivada de las sanciones a Rusia. Además, la seguridad en el flanco este de la OTAN, del cual España es miembro, podría verse comprometida. Mientras, Estados Unidos parece determinado a obligar al resto en la alianza atlántica a incrementar sus esfuerzos en materia de rearme.
Según datos del Banco de España, el comercio bilateral entre España y Rusia alcanzó los 6.150 millones de euros en 2021. Las exportaciones españolas a Rusia se situaron en 2.100 millones, mientras que las importaciones fueron de 4.050 millones, principalmente de productos energéticos. En definitiva, el futuro de Ucrania y la estabilidad en Europa penden de un hilo en las negociaciones de Estambul. La comunidad internacional espera que Rusia y Ucrania puedan alcanzar un compromiso que ponga fin a la violencia y siente las bases para una paz duradera. Sin embargo, el camino por recorrer es todavía largo y complejo, con numerosos obstáculos por sortear.
xufleteCada día Ucrania se hace más pequeña y tooodo el territorio que se va liberando nunca volverá a ser ucraniano. No me imaginaba que todavía hubiera gente en Europa que se crea que los chips de los misiles los sacan de las lavadoras. La flamante flota del mar negro está en la costa de Krasnodar. que está en el Mar Negro. Al ejercito ruso lo pudiste ver desfilando en la plaza roja, yo nos los ví tan famélicos JAJA Los muertos de hambre y demás calificativos los encontrarás en los batallones Azov... Bucha? te acuerdas? a los demás soldados los secuestran en las calles de Kiev.