Al menos 8 personas murieron este lunes en la ciudad ucraniana de Odesa al alcanzar un misil ruso una zona residencial, según informaron las autoridades locales. «El enemigo dirigió de forma vil un misil contra una zona residencial, una zona de actividad comercial. Por el momento sabemos de ocho personas muertas, gente que simplemente estaba haciendo sus cosas», escribió en su cuenta de Telegram el alcalde de Odesa, Genadi Trujánov.
Las autoridades regionales han informado en un primer momento de 18 heridos. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha condenado en sus redes sociales el ataque ruso contra Odesa. «Golpe de los terroristas rusos con un misil balístico contra Odesa, contra una zona residencial», ha escrito Zelenski en su canal de Telegram.
Según el presidente ucraniano, el misil ha caído en un parque y ha provocado daños en un edificio de viviendas, una universidad y un edificio administrativo. Zelenski ha agregado que no se trata de «un ataque accidental» y ha calificado el bombardeo de «ejemplarizante». «Después de las llamadas y las reuniones con Putin, después de todas estas palabras en los medios sobre su supuesta 'renuncia' a los ataques, Rusia muestra en lo que está realmente interesada: únicamente en la guerra», dijo Zelenski en referencia a las llamadas que habrían mantenido en los últimos días con el presidente ruso el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Zelenski pidió a los líderes que participan en Brasil en la cumbre del G20 que «escuchen» el mensaje que manda el ataque de Putin. El ataque a plena luz del día contra Odesa se produce horas después de que otro misil ruso matara anoche a 11 personas en la ciudad de Sumi, en el noreste de Ucrania. Durante la madrugada del domingo, las fuerzas rusas destruyeron infraestructuras eléctricas ucranianas con uno de los ataques más masivos de esta guerra, en el que se emplearon 120 misiles y 90 drones.