La Comisión Europea confía en que el nuevo Ejecutivo de Ursula von der Leyen pueda echar a andar en la fecha prevista, el próximo 1 de diciembre, pese a las dificultades para que las comisiones europarlamentarias que examinan a los seis vicepresidentes designados, incluida la socialista española Teresa Ribera, culminen su evaluación a tiempo para que el equipo al completo pueda someterse al voto del pleno del Parlamento Europeo.
«Esperamos que sea posible comenzar el 1 de diciembre», ha zanjado el portavoz jefe de Von der Leyen, Eric Mamer, en una rueda de prensa en Bruselas al ser preguntado por si teme que el bloqueo en las negociaciones entre grupos políticos en la Eurocámara impida cumplir el calendario. Las comparecencias de los comisarios se llevaron a cabo la semana pasada y todos ellos recibieron el visto bueno de sus respectivas comisiones parlamentarias, a excepción del candidato del Gobierno húngaro de Viktor Orbán, que ha sido aplazado también sin fecha clave.
En el caso de los vicepresidentes designados, los seis comparecieron este martes y, aunque el reglamento establece que la evaluación de los eurodiputados debe realizarse inmediatamente después, los principales grupos (Partido Popular Europeo, Socialistas y Demócratas y liberales) pactaron aplazar las decisiones en goteo para que se tomaran en bloque una vez que todas comparecencias hubieran concluido. Los grupos socialdemócrata (S&D) y liberal (Renovar Europa) dieron por hecho que ello implicaría una decisión en las horas siguientes al término de las comparecencias, esto es martes a la noche o miércoles, según defienden distintas fuentes parlamentarias consultadas por Europa Press, que añaden que el PPE optó por retrasarlo «unilateralmente» una semana.
El rechazo de los socialistas al vicepresidente de la ultraderecha de Giorgia Meloni, Rafaelle Fitto, y que el PPE haya supeditado su evaluación de Ribera a que ésta se comprometa a dimitir como comisaria si su gestión de la DANA es judicializada han dejado las negociaciones en el Parlamento en punto muerto, pese a los intentos de Von der Leyen, que convocó a los tres partidos en su despacho el martes, para desbloquear la situación.
En este contexto, el portavoz de Von der Leyen ha rechazado comentar los contactos de la presidenta aduciendo el «máximo respeto» por el proceso democrático que se está llevando a cabo en la Eurocámara, si bien ha concedido que la conservadora alemana sigue con atención la situación y permanece en contacto «constante» con todos los interlocutores. En todo caso, sí ha apuntado que la Comisión considera que tanto el contexto internacional como las cuestiones clave pendientes dentro de la UE requieren «una acción lo más rápida posible» en Bruselas, por lo que espera que el nuevo Ejecutivo pueda asumir sus plenas funciones el 1 de diciembre.
Para que el calendario se cumpla, las evaluaciones de los vicepresidentes deben desbloquearse a tiempo para que la Conferencia de Presidentes pueda formalizar la posición de la Eurocámara sobre el conjunto del Colegio en su reunión del 21 de noviembre y someter el veredicto al voto del pleno del Parlamento Europeo el 27 de noviembre. El pleno puede aprobar o tumbar la Comisión Europea en su conjunto pero no cambiar a candidatos de manera individual; toda modificación en el reparto debería llegar antes en atención a recomendaciones de las comisiones parlamentaria competentes.