El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió este miércoles a continuar su campaña por la reelección «hasta el final», desafiando las crecientes presiones para que abandone su candidatura y mientras se erosiona su apoyo entre los demócratas del Congreso. El mandatario expresó ese compromiso de continuar con la campaña durante una videollamada con el personal de su equipo electoral en la que les dijo: «Os necesito ahora más que nunca. Voy a seguir luchando. Vamos a hacer esto hasta el final», contaron a Efe fuentes cercanas a la campaña.
Biden apareció en la videollamada junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, con quien almorzó este mismo miércoles. Ambos hablaron con el personal de la campaña mientras estaban abrazados, según las fuentes. Con esa aparición, tanto Biden como Harris querían rechazar la presión para poner fin a su campaña de reelección después del debate del 27 de junio contra el exmandatario Donald Trump (2017-2021), en el que el mandatario tenía la voz más áspera y ronca de lo habitual y tuvo dificultades para concluir algunas frases.
La campaña está haciendo todo lo posible para salir de la crisis: desde llamadas de Biden este miércoles con los dos principales líderes demócratas del Congreso, Chuck Schumer del Senado y Hakeem Jeffries de la Cámara Baja, hasta actos de campaña en los próximos días en Wisconsin y Pensilvania, además de una entrevista de alto perfil con la cadena ABC.
Un cara a cara con los gobernadores
También hubo esta noche en la Casa Blanca una reunión a la que acudieron, ya fuera en persona o de manera virtual, casi la totalidad de los 23 gobernadores demócratas del país. Entre los que acudieron en persona, destacan dos de los favoritos para reemplazar a Biden: la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, y el gobernador de California, Gavin Newsom. La reunión no fue iniciativa de la Casa Blanca, sino que surgió a raíz de una llamada para hablar sobre el debate que organizó el lunes el gobernador de Minnesota, Tim Walz, quien también preside la Asociación de Gobernadores Demócratas.
En declaraciones públicas, algunos gobernadores han dejado claro que ven el encuentro como una oportunidad para una discusión franca con Biden sobre su salud. Por ejemplo, el gobernador Andy Beshear, de Kentucky, declaró a CNN el martes que los gobernadores querían «asegurarse de que está bien». Otros, sin embargo, quieren aprovechar para mostrar su apoyo a Biden. Uno de ellos es el gobernador Wes Moore, de Maryland, quien el domingo dejó claro en una entrevista en CBS que no tenía interés en buscar la nominación en caso de que Biden se retirara. «Joe Biden no se va a retirar de esta carrera, ni debería hacerlo», dijo entonces.
Erosión del apoyo de Biden en el Congreso
Pese a estos intentos para restaurar la imagen de Biden tras el debate, hay señales crecientes de que su apoyo en entre los demócratas del Congreso se está erosionando. El influyente legislador afroamericano de Carolina del Sur, Jim Clyburn, uno de los aliados más cercanos de Biden, dijo este miércoles que, si Biden se retira, respaldaría una «mini-primaria» en el período previo a la Convención Nacional Demócrata que está prevista para el próximo mes en Chicago.
Pese a favorecer ese proceso abierto, Clyburn también ha dejado claro que cree que la hipotética sustituta de Biden debería ser Harris, quien como primera mujer y primera afroamericana en llegar a la Vicepresidencia apelaría directamente a dos grupos electorales clave para los demócratas: los afroamericanos y las mujeres. Otras voces, sin embargo, han sido más contundentes que Clyburn y han pedido directamente al presidente que se retire. Uno de los últimos fue el congresista demócrata de Arizona Raúl Grijalva, de 76 años y quien, en una entrevista con The New York Times, dijo que Biden debía hacerse a un lado para que otro demócrata pueda ganar a Trump.
El legislador demócrata de Massachusetts Seth Moulton, también instó este miércoles a Biden a poner fin a su campaña de relección y el congresista Lloyd Doggett, de Texas, hizo lo mismo ayer, pidiendo a los demócratas reflexionar sobre quién tiene mejores opciones de vencer a Trump. Dos encuestas realizadas después del debate de la semana pasada y publicadas este miércoles muestran que las posibilidades de que Biden derrote a Trump han empeorado desde ese encuentro televisivo. Una encuesta del Wall Street Journal concluyó que Trump podría ganar con un 48 % del voto a Biden, que se quedaría con el 42 %. Mientras tanto, un sondeo de The New York Times mostró que la ventaja de Trump sobre Biden se había ampliado tres puntos tras el debate, de manera que ahora vencería con el 49 % frente al 43 %.