Las Fuerzas Armadas de EE.UU. han estado compartiendo información con los talibanes para evitar que se produzcan más atentados como el este jueves en el aeropuerto de Kabul, cuya autoría ha reclamado el Estado Islámico (EI) y que ha dejado decenas de muertos.
El jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), general Kenneth McKenzie, explicó en una rueda de prensa que las fuerzas estadounidenses han estado «compartiendo información con los talibanes» y tienen intención de seguir «coordinándose» para evitar más ataques.
El general argumentó que Washington y el grupo insurgente comparten un «propósito común» en la misión de evacuación que tiene previsto concluir el 31 de agosto.
«Ellos (los talibanes) tienen una razón práctica para querer que estemos fuera para el 31 de agosto. Ellos quieren volver a tomar control del aeropuerto. Nosotros también queremos irnos en esa fecha, si es posible hacerlo. Así que compartimos un propósito común», afirmó.
McKenzie indicó que esa colaboración está siendo «útil» y que los talibanes han frustrado «algunos ataques» contra el aeropuerto.
Avisó también que todavía hay «una serie de amenazas activas» contra el aeropuerto de Kabul y detalló que el próximo golpe podría llegar en forma de un ataque con cohetes o un atentado con un coche bomba.
Por eso, las fuerzas estadounidenses han pedido al grupo insurgente que cierre algunas calles cercanas al aeropuerto para evitar que se acerquen vehículos que puedan llevar una bomba.
Según fuentes sanitarias afganas, más de 60 personas han muerto y 150 resultaron heridas.
La filial del EI que se ha hecho responsable del ataque es conocida como Estado Islámico de Jorasán (como los yihadistas se refieren a Afganistán), fue creada en 2015 y es enemiga acérrima tanto de EE.UU. como de los talibanes.