Italia ha superado este miércoles las 31.000 víctimas mortales por la COVID-19 tras sumar en el último día otros 195 fallecidos, mientras que la cifra de pacientes sigue en descenso tras recibir el alta otros 3.500, según los últimos datos de Protección Civil.
En total, desde que comenzó la pandemia, se han contabilizado 222.104 contagios, otros 888 más desde este miércoles, mientras que el balance de fallecidos se sitúa en 31.106 tras los últimos decesos.
Los casos activos siguen cayendo, con 2.809 menos con respecto al martes, por lo que actualmente hay 78.457 personas con COVID-19. Los hospitalizados con síntomas son 12.172, 693 menos, mientras que los ingresados en la UCI también caen, con 59 menos, hasta 893. Otras 65.392 personas están aisladas en sus casas.
Por lo que se refiere a la cifra de pacientes que han conseguido superar la enfermedad, en el último día se han sumado otras 3.502 personas, por lo que el total se sitúa en 112.541.
Entretanto, parece que finalmente este miércoles se celebrará el esperado consejo de ministros en el que el Gobierno aprobará un nuevo paquete económico para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, después de que la víspera los miembros de la coalición llegaran al acuerdo político. Según ha adelantado el viceministro de Economía, Antonio Misiani, estará dotado de 55.000 millones de euros.
Asimismo habría acuerdo sobre la regularización de los trabajadores migrantes, que ha generado un agrio debate entre los miembros del Ejecutivo. Según AdnKronos, para poder obtener el permiso temporal de residencia habrá que presentar un contrato de trabajo. El permiso será de seis meses y además de los trabajadores del campo también se incluirá a los domésticos y cuidadores.
Entre las nuevas medidas que se dispone a anunciar el Gobierno no figura por ahora el permiso para viajar entre regiones. Según ha indicado el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia, en la Cámara de Diputados, esa posibilidad podría evaluarse «a partir del 18 de mayo y hasta final de mes».
«Obviamente, será más fácil garantizar una relación entre regiones de bajo riesgo y más complicado permitir el paso de los ciudadanos de una región de bajo riesgo y una de alto y viceversa», ha subrayado, prometiendo que todo se decidirá en consulta con las regiones y «seguramente con el Parlamento».