La epidemia de la COVID-19 se ha cobrado hasta este domingo en Francia la vida de al menos 14.393 personas, 561 más de las que se anunciaron el día anterior, informaron las autoridades sanitarias francesas.
El número de muertes registradas en hospitales en las últimas 24 horas fue de 315 -la cifra más baja desde el pasado 29 de marzo-, por lo que se mantiene el paulatino descenso tras el pico de 605 fallecimientos anunciados el pasado lunes, ha señalado la dirección general de Sanidad en un comunicado.
Mientras, las autoridades han informado de la muerte de otras 246 personas en residencias de ancianos o centros de dependencia, lo cual no implica necesariamente que esos decesos se hayan producido en las últimas horas, porque esas instituciones están comunicando sus datos de forma escalonada.
Desde el pasado 1 de marzo, 9.253 personas han fallecido en hospitales en Francia, y otras 5.140 lo han hecho en residencias de mayores.
Los principales focos de la pandemia son la región del Gran Este, que el sábado superó la barrera de 2.000 muertos en hospitales, y la región parisina.
Por cuarto día consecutivo, el número de pacientes en cuidados intensivos, uno de los principales índices que Francia utiliza para seguir la evolución de la enfermedad, ha descendido, aunque sólo lo hizo de forma muy moderada, con una bajada de 35 pacientes respecto al día anterior.
En total, hay en Francia 31.826 personas hospitalizadas a causa de la enfermedad, y uno de cada tres pacientes en cuidados intensivos tiene menos de 60 años. Desde el comienzo de la epidemia, se han confirmado un total de 95.403 casos positivos de la COVID-19 en Francia, aunque las pruebas ya no se hacen a la mayor parte de pacientes con síntomas leves.