Su nombre es Alma Clara Corsini, y a pesar de sus 95 años se ha convertido en una suerte de Juana de Arco moderna. En Italia y en plena crisis del coronavirus, donde los muertos se cuentan cada día por cientos, esta anciana de Módena ha conseguido voltear la situación, curarse de su infección por COVID-19 y convertirse en todo un estandarte de la lucha contra la pandemia.
La popularidad de Corsini va in crescendo, e incluso el papa Francisco se ha referido a su ejemplo como un paradigma para que la ciudadanía no pierda la esperanza.
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Según citan los medios italianos, es la segunda persona nonagenaria que se enfrenta al coronavirus y sale airoso del embate.
El Gobierno italiano ha confirmado que los últimos balances apuntan a la estabilización y a una leve disminución de las cifras de afectados, que se mantiene desde hace ya cuatro jornadas consecutivas.
Lombardía sigue siendo la zona cero del coronavirus en Italia, con cerca de la mitad de todos los contagiados en el país transalpino.