Las autoridades iraníes decidieron extender el cierre de las universidades a toda la próxima semana y la suspensión de todo tipo de eventos, desde deportivos a culturales y religiosos, debido al aumento de los casos de coronavirus.
El brote no hace más que expandirse y este jueves el Ministerio de Salud reportó la mayor subida hasta la fecha: 106 nuevos contagios, de los que siete han fallecido, elevando el cómputo global en el país a 26 muertos de entre 245 contagiados.
El portavoz de Salud, Kianush Yahanpur, explicó hoy que los eventos deportivos quedan pospuestos o se desarrollarán sin espectadores y que tampoco se celebrarán conciertos, conferencias, exposiciones o celebraciones como bodas, al menos por una semana.
En cuanto al tema religioso, muy importante para el sistema de la República Islámica, indicó que quedan limitadas las peregrinaciones y los rezos musulmanes multitudinarios del viernes.
Las clases en las universidades, suspendidas durante toda esta semana, seguirán canceladas a partir del próximo sábado, la primera jornada lectiva en Irán.
Está previsto que mañana se anuncie la misma medida para las escuelas, que también han estado cerradas los últimos días, así como otros centros de enseñanza como los de idiomas.
Se han pospuesto por ejemplo hasta abril los exámenes de inglés de TOEFL y IELTS, entre otros, mientras que varios festivales como el de marionetas también han sido retrasados hasta nueva orden.
Las calles están mucho más vacías de lo habitual, al igual que los bazares, adonde gran parte de los ciudadanos prefiere no ir y opta estos días por pedir al supermercado la compra a domicilio.
Entretanto, los paradas de autobús y metro se encuentran prácticamente vacías ya que las propias autoridades han recomendado permanecer en casa y, en caso de desplazamiento, usar el vehículo privado.
Aunque pocos ciudadanos están usando el autobús, uno de los conductores, protegido con una mascarilla, explicó a Efe que desinfectan en origen y destino de la línea con agua con lejía,
Las mascarillas se han convertido en rutina en las calles pero parte de los viandantes no las está usando, sea porque consideran que no son eficaces para prevenir la enfermedad o porque en muchas farmacias se han agotado.
Las autoridades han asegurado que en las líneas de producción están fabricando mascarillas y desinfectantes en masa, pero en varias farmacias comentaron en esta jornada a Efe que no tenían.
En las calles, grandes paneles informan con textos y dibujos sobre las recomendaciones de higiene a seguir para evitar los contagios, unos consejos que también está enviando el Ministerio de Salud por mensaje a los teléfonos.
El líder supremo, Alí Jameneí, agradeció este jueves a los médicos y enfermeros por sus esfuerzos y expresó su esperanza en que este «virus siniestro» sea controlado y derrotado en «un futuro próximo».