Los talibanes reivindicaron el ataque a un avión que se estrelló este lunes en el este de Afganistán, sin dejar supervivientes, aunque aún se desconoce el número de fallecidos, y que según los insurgentes pertenecía a las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en el país asiático.
«Un avión perteneciente a las fuerzas invasoras americanas fue derribado en la provincia de Ghazni y varios oficiales de alto rango estadounidenses murieron en él», aseguró en un comunicado enviado por correo electrónico el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
El ataque a la aeronave ocurrió «hoy por la tarde, en el distrito de Deh-Yak», cuando «el avión especial de las fuerzas invasoras americanas volaba sobre la zona en una misión de inteligencia. Todos los tripulantes del avión y todos los oficiales de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EEUU) a bordo murieron», continúa el escrito.
Zabihullah indicó que «los restos del aparato y los cadáveres de los tripulantes están en la zona» del impacto.
Según el portavoz «recientemente, los insurgentes derribaron y dispararon a varios aviones y helicópteros de los invasores y sus títeres (fuerzas afganas)» en varios lugares de Afganistán.
No obstante, desde las Fuerzas Armadas estadounidenses desplegadas en el país -unos 14.000 soldados- no confirmaron ni que el avión estrellado fuese suyo ni que fuese derribado.
El siniestro se produjo hacia las 13:30 hora local (9.00 horas GMT) en «un área bajo control talibán» según advirtió anteriormente el miembro de la Asamblea provincial de Ghazni Khaliqdad Akbari.
En un primer momento, el vicepresidente segundo de Afganistán, Sarwar Danish, aseguró en unas declaraciones televisadas que el avión que se estrelló era de pasajeros y pertenecía a la aerolínea local Ariana, extremo que desmintió la propia compañía poco después a través de un comunicado.
La versión oficial, «todavía preliminar», que ofreció el portavoz del gobernador de Ghazni, Arif Noori, apuntaba a que «ningún pasajero sobrevivió» y a que, pese a desconocer la cifra de fallecidos, esta podría ascender a «decenas».
Noori también señaló que tras el impacto, los habitantes de la zona «han sacado dos cadáveres, ambos de los pilotos».
Respecto a la propiedad del aparato siniestrado, indicó que no era posible conocerla, de momento, debido a que «el avión se incendió después del accidente y el logotipo y el nombre del avión no se pueden leer».
Afganistán vive una cruenta guerra desde que en 2001 una coalición liderada por Estados Unidos derrocó del poder al régimen talibán, que desde entonces combate para volver a controlar el país, donde en la actualidad dominan amplios territorios.
Actualmente talibanes y estadounidenses mantienen conversaciones para tratar de alcanzar un acuerdo de paz que permita a los primeros negociar después con el Gobierno afgano. El último accidente de relevancia de un avión de pasajeros en Afganistán se produjo en 2010, cuando murieron las 43 personas a bordo del aparato de la aerolínea local Pamir Airways, que se estrelló en el norte de Afganistán debido al mal tiempo.