El ministro en funciones de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha afirmado este viernes que se va a limitar la actividad política del opositor venezolano Leopoldo López, acogido en la residencia del embajador español en Caracas desde el martes, porque «España no va a permitir que su Embajada se convierta en centro de activismo político» por parte de nadie.
En declaraciones a periodistas en Beirut, Borrell ha detallado que López está «en una figura práctica de huésped o acogido en la Embajada» y que «naturalmente eso implica también una limitación en su actividad política».
«Este jueves (López) tuvo un encuentro con la prensa, pero a partir de ahora esto será regulado de acuerdo con las condiciones que se establecerán a su estancia, España no va a permitir que su Embajada se convierta en un centro de activismo político», ha remachado el jefe de la diplomacia española.
Conversaciones con Arreaza
La situación de López ha sido objeto de conversaciones del embajador español, Jesús Silva, y del propio Borrell con su homólogo, Jorge Arreaza.
Según ha dicho, se le ha dejado claro a Arreaza que López no va a ser entregado a la Justicia venezolana, sino que será considerado invitado en la Embajada española, pero también que eso implicará limitar, a través del embajador, su actividad política, «de acuerdo con las normas internacionales».
Así, el Gobierno español tomará «las medidas oportunas para regular su actividad» y, en esas condiciones, confía en que «Venezuela va a respetar la inmunidad diplomática del territorio de la Embajada española».
El motivo es que el Tribunal Supremo venezolano emitió este jueves una orden de busca y captura contra López por violar su arresto domiciliario, tras ser liberado el martes por militares fieles al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, reconocido por España como presidente encargado. López se refugió en la tarde del martes junto a su esposa y su hija primero en la Embajada de Chile y luego en la residencia del embajador español.
Borrell ha calificado de «cortés» la relación del Gobierno español con el Gobierno de Nicolás Maduro, «sabiendo que cada cual está en la posición en la que está». España no reconoció la reelección de Maduro en las elecciones de mayo de 2018 y no reconoce su actual mandato, sino a Guaidó como presidente encargado para que convoque elecciones.
Borrell ha aprovechado para explicar que el ordenamiento jurídico español no recoge la figura del asilado político en una Embajada, de manera que López no ha pedido asilo «porque no lo ha podido pedir», ya que de acuerdo con la legislación española el asilo «hay que solicitarlo cuando se está en territorio español».