Dos civiles murieron el pasado domingo por error en un ataque en el norte de Mali de un caza francés contra un jefe yihadista, que también perdió la vida, indicó el Estado Mayor del Ejército.
La operación, a una cincuentena de kilómetros al suroeste de la ciudad de Ménaka, estaba dirigida contra Mohamed Ag Almouner, uno de los lugartenientes del jefe del Estado Islámico en el Gran Sáhara.
El Estado Mayor explicó en un comunicado que después del bombardeo con dos Mirage 2000, «los comandos desplegados (en tierra) constataron la muerte de Mohamed Ag Almounier y de un miembro de su guardia personal».
Pero también «descubrieron que dos civiles, una mujer y un adolescente, habían muerto igualmente y que un miembro del grupo terrorista así como otros dos civiles, habían resultado heridos».
Los heridos fueron atendidos por los equipos médicos del Ejército francés, que insistió en que sus criterios antes de disparar «son particularmente estrictos y tratan de evitar las pérdidas civiles», y que en cada misión se recoge previamente el máximo de informaciones para «limitar el riesgo».
«La presencia demostrada de civiles en las proximidades del objetivo habría supuesto la anulación de la misión», indicó el Estado Mayor, antes de añadir que se ha abierto una investigación.
Además, manifestó su pesar y envió sus condolencias a las familias y a los allegados de las dos víctimas civiles de la operación.
Francia tiene desplegados alrededor de 4.500 militares en el Sahel dentro de la denominada operación Barkhane para ayudar a las fuerzas de los países de la región a luchar contra los grupos yihadistas que proliferan.