Al menos 328 personas murieron y más de 4.000 resultaron heridas en el terremoto que asoló la noche de este domingo la provincia iraní de Kermanshah, fronteriza con Irak, según los últimos datos publicados este lunes por el Ministerio de Sanidad.
El viceministro de Sanidad, Qasem Yan Babaie, dijo a la agencia oficial de noticias IRNA que es muy probable que la cifra de víctimas siga aumentando.
Las labores de rescate continúan para buscar a supervivientes del seísmo, que alcanzó los 7,3 grados en la escala de Richter.
Las poblaciones más afectadas por el terremoto son Kermanshah, Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale, donde las comunicaciones telefónicas y la luz quedaron anoche cortadas.
Los habitantes de muchas de estas zonas fueron evacuados de sus casas ante el temor de derrumbes.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el seísmo se produjo a las 21.18 hora local del domingo (18.18 GMT) cerca de la ciudad iraquí de Halabya, en la región del Kurdistán iraquí, donde al menos cuatro personas murieron y 500 resultaron heridas.
Sin embargo, el Centro Sismológico de Irán, dependiente de la Universidad de Teherán, informó de que el epicentro tuvo lugar en la localidad de Azgale a una profundidad de 11 kilómetros.
Una treintena réplicas, algunas de hasta 4,5 grados, se sintieron en varias provincias iraníes, entre ellas Kordestán, Juzestán, Hamedan, Azerbaiyán Occidental y Oriental, e incluso en la capital Teherán.
Irán tiene una gran actividad sísmica. El terremoto más grave hasta la fecha se produjo en junio de 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte del país.
Otro seísmo registrado en diciembre de 2003 en la provincia meridional de Kerman se saldó con 31.000 fallecidos.