Un hombre de 20 años de Cleethorpes, Reino Unido, sospechoso de participar en una refriega y de la posesión de un arma, se encaramó al tejado de una casa en Rutland, Grimsby. La policía acordonó la zona y estuvo seis horas negociando con el sospechoso. La historia tuvo final feliz gracias a una hamburguesa. Como lo oyen (leen).
Un testigo de los hechos ha explicado al diario británico Metro que oyó «al negociador hablando con él sobre un McDonald's. Dijo que quería uno y le dijeron que podía tener uno si bajaba».
Tras el intercambio, el hombre cumplió su palabra y bajó al jardín de la casa donde le esperaba la policía. Fue llevado a una furgoneta y trasladado a dependencias policiales.