La Unión Europea (UE) confirmó este martes que Grecia y sus acreedores internacionales han llegado a un acuerdo para conceder un tercer rescate financiero al país.
«Sí, hay un acuerdo», dijeron a Efe fuentes comunitarias, que no dieron más precisiones sobre el pacto.
El ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, anunció hoy el acuerdo, aunque reconoció que todavía quedan algunos «muy pequeños detalles» que cerrar.
La fuentes europeas señalaron que a continuación será necesario abordar los siguientes pasos.
Las partes consiguieron cerrar un acuerdo tras casi veinte horas de negociaciones y se espera que en las próximas horas el proyecto de ley llegue al Parlamento heleno, de cara a someterlo a votación el jueves y a que el Eurogrupo (los ministros de Finanzas de la zona del euro) pueda aprobarlo oficialmente el viernes.
Ese proyecto de ley incluirá tanto el programa de rescate como un primer paquete de requisitos previos necesarios para obtener el primer desembolso antes del 20 de agosto, cuando vencen pagos al Banco Central Europeo por valor de 3.400 millones de euros.
En la recta final de la negociación se abordaron asuntos sensibles como los objetivos presupuestarios de Grecia.
Atenas y sus acreedores acordaron que Grecia no deberá tomar medidas adicionales para compensar el desvío en los objetivos de superávit primario que se prevén debido al fuerte retroceso económico registrado tras acentuarse la crisis en los últimos meses.
Para el año en curso, Grecia y las instituciones -Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Mecanismo Europeo de Estabilidad- convinieron que en lugar de un superávit primario de un 1 % del producto interior bruto (PIB), tan solo será necesario un déficit primario del 0,5 %.
Para 2016 se ha previsto un superávit primario del 0,5 %; para 2017, del 1,75 %, y finalmente para 2018, del 3,5 %, el objetivo que se había fijado inicialmente.
Grecia espera obtener en un primer desembolso 24.000 millones de euros, de los que 10.000 millones se destinarán a recapitalizar la banca, 7.200 millones a devolver el crédito puente obtenido de los socios de la eurozona en julio y otros 5.000 millones al pago de vencimientos al FMI y al BCE, en agosto y septiembre.