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La ruta del avión de Swiftair cruzaba una línea de tormentas «extensas»

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La ruta planificada para el avión siniestrado de Swiftair AH5017 contaba con «condiciones meteorológicas severas» en el punto en que despareció, ya que cruzaba líneas de tormentas muy extensas que convertían al factor meteorológico en «decisorio».

Según ha explicado el vicedecano del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (COPAC), Gustavo Barba, esta «pared de tormentas» obliga muchas veces a los pilotos a desviarse hasta 200 kilómetros de su ruta, ya que «nadie vuela dentro de tormentas».

Barba indica que cualquier tormenta fuerte es capaz de «tirar al suelo cualquier avión», por lo que los pilotos no vuelan dentro de ellas, ya que las condiciones meteorológicas una vez en el interior son difícilmente cuantificables y su magnitud puede ser muy intensa, lo que genera un «riesgo muy alto», al no estar los aviones diseñados para ello.

Se desconoce el tipo de herramientas con las que contaba el avión a bordo, si tendría comunicación con el operador para que pudiera reconducir la ruta en pleno vuelo y mandar información adicional, o la tecnología del radar meteorológico.

Responsabilidad en la planificación

«Hay muy poca información al respecto, y muchas veces pensamos en el accidente desde la perspectiva del piloto, pero todo es mucho más complejo, ya que había una organización y un operador, así como una aerolínea, que fueron las que planificaban todo», ha indicado Gustavo Barba.

Asimismo, explica que «nadie debió planificar el vuelo por esa ruta si realmente había una condición tan severa, y eso no lo hicieron los pilotos, lo planificó Swiftair casi con total seguridad».

Por el ello, el COPAC se cuestiona quién y por qué planificó dicha ruta si ya se sabía que había condiciones de una tormenta severa, frente a al procedimiento habitual de no volar durante esos fenómenos.

Barba destaca como cuestión fundamental el apoyo que la aeronave podía tener en vuelo de su compañía o de su centro de operaciones, ya que la aerolínea «tiene un factor importante en el diseño de un vuelo seguro».

Según explican desde el COPAC, los aviones actuales poseen una tecnología mucho más avanzada que aporta una mayor claridad en la formación de tormentas, al mismo tiempo que permite estar comunicado con datos permanentes para que incluso desde el centro de operaciones se pueda establecer un nuevo plan de vuelo.

«Pero estas no eran las condiciones de estos pilotos en este compañía» afirman desde el COPAC.

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