Al menos 23 personas murieron ayer y más de 70 resultaron heridas en una serie de explosiones de coches bomba en varias zonas de Bagdad, algunas de mayoría chií, según informó una fuente del Ministerio iraquí del Interior.
Las explosiones se registraron en mercados y calles comerciales, al día siguiente de que 27 personas fallecieran y 125 resultaran heridas en varios atentados contra chiíes en la capital y en el norte de Irak.
Un coche bomba y un artefacto estallaron de forma simultánea en un mercado popular en la zona de Al Huseiniya, en el norte de Bagdad, lo que causó cinco muertos y veinte heridos.
Días sangrientos
Cuatro civiles perecieron y siete resultaron heridos en la explosión de un vehículo en la zona de Al Dura, en el sur de la capital.
En Al Shafaraniya, en el sureste, cuatro personas fallecieron y doce sufrieron heridas por estallido de un coche bomba.
Otro vehículo, aparcado al borde la carretera, explotó en la zona de Hai al Ialam, en el suroeste, lo que provocó la muerte de tres personas y heridas a once.
Además, siete personas murieron y 27 sufrieron heridas en tres ataques similares con explosivos en el este y el centro de la capital.
El terrorismo y la violencia sectaria han aumentado en Irak estos últimos meses, los más mortíferos en cinco años, con ataques frecuentes contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chií.
El domingo el peor atentado fue cometido en Qobat, una localidad de mayoría chií situada en la provincia septentrional de Nínive, donde al menos quince personas fallecieron y otras 100 resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba conducidos por suicidas.