Los resultados de los análisis realizados a los brotes sospechosos de haber provocado el brote de 'E.coli' en Alemania no estarán concluidos a corto plazo ya que de las 40 muestras analizadas 23 han dado negativo a la presencia de la bacteria y el resto se siguen analizando, según el Ministerio de Agricultura de Baja Sajonia, después de que el domingo se señalara a una explotación agrícola de la zona como posible punto de partida de la bacteria, por lo que la finca fue cerrada y sus productos retirados del mercado.
Las autoridades alemanas todavía no han localizado la fuente exacta del brote que se ha cobrado la vida de 22 personas -una de ellas en Suecia- y ha contagiado a más de 2.200 en doce países, las cuales habían visitado recientemente el norte de Alemania.
Continúa la alarma
Aun así, la ministra de Agricultura y Defensa del Consumidor germana, Ilse Aigner, declaró ayer que continúa vigente la recomendación de no consumir brotes vegetales, además de tomates, pepinos y lechugas.
Por su parte, la Comisión Europea presentará hoy medidas «concretas» para compensar a los agricultores europeos del sector hortofrutícola por las pérdidas sufridas.
«Puede que no haya una propuesta legislativa sobre la mesa, pero seguro que discutiremos medidas concretas», informó el portavoz de Agricultura del Ejecutivo comunitario, Roger Waite, que no quiso dar más detalles sobre la cuantía de las posibles ayudas ni del tiempo que sería necesario para ponerlas en marcha.
La ministra española de Sanidad, Leire Pajín, expresó ayer su satisfacción por el respaldo de la Comisión Europea (CE) y el Gobierno germano a que el sector hortofrutícola español reciba compensaciones por el perjuicio que ha sufrido a raíz del brote de la bacteria 'E.coli' en Alemania.
El sector hortofrutícola en España ha calculado pérdidas por valor de 200 millones de euros semanales desde que se apuntó a los pepinos españoles como fuente de la contaminación. Los mercados de varios Estados miembros, entre ellos Alemania, Bélgica y Austria, cerraron sus puertas de manera parcial o total a los pepinos y otras hortalizas españolas en los primeros días de la crisis. Y Rusia ha extendido su veto a todas las frutas y verduras procedentes del mercado de la UE.