El primer ministro irlandés, Brian Cowen, anunció ayer que convocará elecciones generales tras cerrar las negociaciones con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el rescate financiero del país y aprobar los presupuestos para el 2011.
Cowen efectuó estas declaraciones después de una reunión de emergencia del consejo de ministros en respuesta a la posición de sus socios en el Ejecutivo del Partido Verde, que pidieron ayer la convocatoria de unos comicios generales para el mes de enero.
El primer ministro recordó que la prioridad ahora es aprobar en el Parlamento el próximo día 7 de diciembre los presupuestos generales del Estado para 2011, que contemplan recortes por un valor de 6.000 millones de euros y que, después, considerará la disolución del Parlamento como paso para convocar unas elecciones.
El primer obstáculo para un Ejecutivo ya debilitado será la votación de las cuentas públicas en la cámara baja (Dáil), adonde el partido del Gobierno llegará con una mayoría muy justa después de las elecciones parciales de este jueves en Donegal (noroeste) -que según las encuestas perderá-, y el anuncio de la retirada de su apoyo de dos diputados independientes.
Facilitar el proceso
A pesar de escenificar su ruptura total con el partido Fianna Fail de Cowen, los verdes indicaron que permanecerán en el Ejecutivo de Dublín hasta que se convoquen elecciones generales para facilitar de esta manera el proceso de negociación con la UE y el FMI.
Su presidente, John Gormley, recordó que el país necesita ahora un Gobierno estable para elaborar un plan cuatrienal de austeridad «creíble» y aprobar después los presupuestos de 2011, asegurando en las próximas semanas fondos de ayuda de la UE y el FMI «vitales para los intereses irlandeses y la estabilidad del euro».
En caso de que el 7 de diciembre se aprueben los presupuestos, el Dáil no regresará del receso navideño hasta el 19 de enero y si entonces Cowen lo disuelve, todavía pasarán varias semanas para cerrar la cuestión.
Así, la fecha más próxima para celebrar unos comicios generales, siempre y cuando la UE y el FMI también de luz verde a la política presupuestaria del Gobierno y la reestructuración de su sistema bancario, sería el mes de marzo.