Estados Unidos no descarta el uso de la fuerza para conseguir la liberación de los 21 surcoreanos voluntarios secuestrados por los talibán en Afganistán, según reconoció ayer Richard Boucher, secretario de Estado adjunto para la región del Sur y Centro de Asia.
«Hay que aplicar todas las presiones para conseguir que los talibán libere a los rehenes», explicó Boucher. «Esperamos que la presión se haga efectiva en una multitud de maneras, el objetivo es conseguir que estas personas sean liberadas sin que se les haya herido y liberarles de forma pacífica y segura», añadió.
En este sentido, aseguró que Estados Unidos «impulsará esfuerzos conjuntos para intentar promover esto», según comentó a periodistas en el Departamento de Estado, en alusión a la estrecha cooperación de Washington con los Gobiernos de Afganistán y Corea del Sur para obtener la liberación de los 21 surcoreanos, secuestrados desde el pasado 19 de julio. Los otros dos surcoreanos secuestrados fueron asesinados recientemente por los talibán por la negativa del Ejecutivo a liberar a varios de sus milicianos.
No obstante, rechazó pronunciarse sobre los esfuerzos y presiones que se están ejerciendo sobre los talibán, aunque reconoció que éstos no excluyen el uso de la fuerza o una operación militar en su defecto.
«Hay cosas que decimos, cosas que dicen otros, cosas que se están llevando a cabo y se han debatido en el seno de la sociedad afgana, así como potenciales presiones militares», agregó, en vísperas a la visita a Washington este fin de semana del presidente afgano, Hamid Karzai, quien se reunirá con Bush en Camp David.