EFE-ROMA
El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, dijo ayer que «no había otra alternativa» para cerrar la crisis creada tras la dimisión del Gobierno que someter al Ejecutivo de Romano Prodi a un voto de confianza en el Parlamento.
Tras dos días de reuniones con todas las fuerzas políticas presentes en el Parlamento y el consejo de los tres ex presidentes de la República, Napolitano decidió rechazar la dimisión presentada el pasado miércoles por el primer ministro, Romano Prodi y reenviarlo a las Cámaras para un voto de confianza
Napolitano explicó que «no había otra alternativa» que el envío «en tiempo muy breve» del Gobierno de Prodi al Parlamento «para verificar si cuenta con la mayoría», sobre todo en el Senado, donde al inicio de la legislatura tenía sólo dos votos de ventaja.
El Jefe de Estado justificó su decisión por tratarse de una situación de extrema «complejidad», ya que perder una votación en el Senado no obliga «institucionalmente» a la dimisión de un Gobierno.Prodi presentó la dimisión el pasado miércoles, después de que el Senado rechazase por dos votos aprobar un informe del Ministro de Exteriores, Massimo D'Alema, sobre política exterior, en el que se confirmaba la presencia de la misión en Afganistán y la ampliación de la base militar estadounidense en Vicenza.
La votación se perdió porque dos senadores pertenecientes al ala de extrema izquierda de la coalición gubernamental decidieron abstenerse.
Napolitano rechazó la hipótesis de formar un Gobierno de «amplia mayoría» porque «no resultó suficientemente compartida» por las fuerzas políticas.
También descartó elecciones anticipadas, ya que existe la unánime opinión entre los partidos de «que es necesaria la reforma del sistema electoral vigente», basado en un sistema proporcional.
Tras la situación de incertidumbre que se ha prolongado durante dos días, Prodi dijo sentirse «aliviado« y aseguró que contará con la mayoría en el Senado. Aunque el líder de la oposición y presidente del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, estima que está decisión sólo prolongará «la agonía del Gobierno Prodi».
Prodi se siente más relajado sobre todo después de que los aliados de su heterogénea coalición, que van desde los democristianos a los comunistas, se comprometiesen a firmar un pacto de doce puntos sobre los que no discutir y confirmasen la fidelidad a su persona.
Así como también pudo respirar aún más tranquilo cuando el ex líder de los democristianos del UDC, y ahora líder de su propio partido «La Italia del Medio», Marco Follini, anunció que votaría a su favor.
«La izquierda tendrá los votos para gobernar sólo cuando pague la traición de algunos de los elegidos del centroderecha», añadió Berlusconi.