La operación militar, la primera desde que el Ejército israelí se replegó hace dos semanas de la franja de Gaza tras una ocupación de 38 años, se caracterizará por el empleo de su artillería para repeler ataques contra Israel desde ese territorio ahora bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El objetivo será crear de ese modo, y también por medio de ataques de la Fuerza Aérea, una «zona de amortiguación» de la que, se prevé, la ANP tendrá que evacuar a la población civil si los milicianos palestinos dispararan desde allí sus cohetes Al Kasam.
La operación fue aprobada por el Gabinete tras el lanzamiento desde Gaza de más de 40 cohetes Al Kasam contra localidades israelíes, entre estas la ciudad vecina de Sderot, y de hecho comenzó con la muerte el sábado de cuatro milicianos islámicos de Hamas en un ataque de la Fuerza Aérea israelí. Ese ataque es interpretado como un retorno a la política de los «asesinatos selectivos». El Ejército arrestó ayer a de 207 activistas de Hamas y la Yihad Islámica en Cisjordania al atacar una escuela de Gaza, e impedió el ingreso de miles de obreros palestinos a Israel.
Horas después, al menos dos milicianos palestinos, entre ellos uno de los jefes del brazo armado de la Yihad Islámica, murieron en la franja de Gaza en un ataque aéreo israelí en el que resultaron heridas otras cuatro personas. El ataque israelí tuvo como blanco al jeque Muhamad Jalil, de 31 años y máximo responsable del brazo armado de la Yihad, los «Batallones Al-Quds», en el sur de Gaza.Fuentes palestinas informaron de que un helicóptero israelí disparó varios misiles contra un coche que circulaba por una carretera costera en el sur de la ciudad de Gaza, en el barrio Sheij Ajlein, en una operación calificada por altos mandos israelíes como «quirúrgica». «Confirmamos que el Ejército ha llevado a cabo un ataque aéreo en Gaza», dijeron portavoces militares anoche.
Poco después, el movimiento islámico Hamas anunció que ha decidido interrumpir el lanzamiento de cohetes Kasam contra el territorio israelí y que mantendrá su adhesión al alto el fuego gestado en febrero. El dirigente de esa organización, Mahmud A-Zahar, informó de que se interrumpía el disparo de cohetes, después de un fin de semana en el que la escalada de violencia amenazaba con poner fin a la tregua palestino-israelí.