ELÍAS BENARROCH-JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Ariel Sharón, perdió ayer la votación
en primera lectura de los presupuestos generales para 2005 y cesó
por ello a cuatro ministros del partido laico Shinui, lo que le
obliga a reestructurar su gobierno o convocar elecciones
anticipadas. Sharón perdió la decisiva votación por 43 votos contra
69, mientras que otros 8 parlamentarios se ausentaron o
abstuvieron.
La votación se celebró tras una jornada dramática en el Parlamento (Knéset), con incesantes idas y venidas entre los líderes de los distintos grupos parlamentarios. En contra de los presupuestos votaron todos los partidos con la excepción del Likud y de los ortodoxos del Judaísmo Unido de la Torá (JUT). Entre los que se opusieron, los 14 diputados del partido Shinui, socios hasta ayer en la coalición de Sharón y que ahora se ven fuera de ella a raíz de su voto.
«Sharón clavó un cuchillo por la espalda al Shinui para meter en su coalición al JUT, que no apoya su plan de desconexión de los palestinos», afirmó el líder de Shinui, Tomy Lapid.
La derrota del Ejecutivo estaba cantada desde el martes, cuando esa agrupación anticlerical anunció que votaría en contra de los presupuestos en protesta por un reciente acuerdo entre Sharón y el JUT, a los que concedió unos 300 millones de shékels (unos 52 millones de euros) de los presupuestos de reserva. El resto de los partidos votaron ayer en contra por considerar que los presupuestos generales son «antisociales», al establecer una serie de recortes draconianos en los subsidios públicos.
Sharón, que por la tarde había asegurado que cualquier ministro que votase contra los presupuestos sería cesado en el cargo de forma inmediata, entregó anoche las cartas de destitución a los cuatro ministros del Shinui. Ahora Sharón está obligado a comenzar las gestiones para buscar nuevos socios para su coalición, con los 22 diputados del Partido Laborista como objetivo principal.