Los líderes de los dos grupos rebeldes de la región occidental de Darfur en Sudán acordaron ayer iniciar negociaciones para resolver la crisis política que ha provocado la mayor catástrofe humanitaria de la actualidad. El acuerdo, anunciado por la Oficina del Portavoz de la ONU, se produce un día después que los líderes del los grupos rebeldes de Darfur, el Movimiento por la Justicia y la Igualdad y el Ejército de Liberación de Sudán, mantuvieran consultas en Ginebra.
Estos contactos iniciales fueron auspiciados por el mediador de la Unión Africana (UA) en Darfur, Hamid Algabid, y por el asesor especial del secretario general en Africa, Mohamed Sahnoun, según el portavoz de la ONU, Fred Eckhard. Ahora los funcionarios de la ONU y de la UA deberán discutir con el gobierno sudanés exactamente cuándo y dónde se iniciarán las negociaciones.
1,2 millones de sudaneses han sido desplazados después de más de un año de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales, aliadas con las milicias árabes Yanyauid, y los dos grupos rebeldes que actúan en la región de Darfur.
Eckhard indicó que el Consejo de Seguridad está estudiando a nivel de expertos una propuesta de resolución presentada por EEUU, que contempla la imposición de un embargo de armas a las milicias Yanyauid y la posibilidad de sanciones al gobierno sudanés, si no actúa rápido para mejorar las condiciones de seguridad en la región.
El balance total de muertos en Darfur podría haber llegado ya a las 50.000 personas, indicó en Nueva York el secretario general adjunto de la ONU en cuestiones humanitarias, Jan Egeland. «No tenemos una cifra precisa pero sobre una población de alrededor de un millón de personas (desplazadas) se puede situar en entre 30.000 y 50.000» muertos, declaró.