Israel ha anunciado la ampliación del llamado «Corredor Filadelfia» en el sur de la franja de Gaza en una medida unilateral que ya ha sido calificada de «crimen de guerra» por la izquierda pacifista y de «gran catástrofe» por el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La decisión, que significará el desplazamiento de cientos o miles de palestinos, fue tomada por el primer ministro israelí, Ariel Sharón, y su ministro de Defensa, Shaul Mofaz, tras una reunión de este último con altos mandos militares el jueves por la noche.
La ampliación sigue a dos incidentes armados en la franja autónoma palestina en los que murieron once soldados israelíes, cinco de ellos en el mismo «Corredor Filadelfia», donde milicianos palestinos dispararon el miércoles un cohete antitanque RPG contra un vehículo blindado cargado con mil kilos de explosivos.
El corredor se extiende a lo largo de nueve kilómetros y tiene entre 50 y 100 metros de ancho, cruzando de norte a sur la ciudad de Rafah, que está dividida entre Gaza y Egipto y es lugar de frecuentes ataques de las milicias palestinas.
En las últimas doce horas, cuatro palestinos han muerto allí en dos incidentes separados, uno cerca del asentamiento de Rafah Iam y el otro cerca de la localidad palestina de Rafah.
Por otra parte, dos soldados israelíes murieron y otros dos resultaron heridos ayer en el sur de la franja de Gaza en un nuevo revés militar para Israel, que lleva a cabo acciones de represión con bombardeos y destrucciones de viviendas y tiendas palestinas de Rafah y de su campo de refugiados.
Una bomba que explotó al paso de un todoterreno militar causó la muerte a los soldados israelíes y heridas a los otros dos, con lo que son ya 13 los militares israelíes muertos esta semana.