FRANCE PRESS-BAGDAD
Seis militares estadounidenses murieron ayer al estrellarse el
helicóptero de combate 'Blackhawk' en el que viajaban cerca de la
ciudad de Tikrit, en el norte de Irak y feudo del derrocado
presidente Sadam Husein. Asimismo, un séptimo soldado pereció en un
ataque registrado en Mosul, también en el norte. Estos incidentes
agravan una semana ya de por sí particularmente dramática para las
tropas norteamericanas. Testigos presenciales han advertido de que
la causa de la caída del aparato fue un ataque con
lanzagranadas.
El helicóptero de la 101 División Aerotransportada sobrevolaba los alrededores de Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein situada a 180 kilómetros al norte de Bagdad, cuando hacia las 9:40 horas se estrelló cerca de la orilla del Tigris, frente a un palacio que perteneció a Sadam Husein y que alberga actualmente a un destacamento de la Cuarta División de Infantería. «Había seis personas a bordo y todas ellas murieron», informó en Tikrit una portavoz de la División de Infantería, la comandante Josselyn Aberle.
Según testimonios de soldados citados por las cadenas CNN y Sky News, el aparato fue atacado con lanzagranadas, extremo que no ha sido confirmado oficialmente por el Ejército norteamericano. La comandante Aberle anunció que se ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro. «Vi cómo el helicóptero era alcanzado por un costado y después una bola de fuego, y entonces grité 'Alá Akbar' ('Dios es grande')», declaró un testigo, Saqr Ghani, de 19 años. Tikrit, situada en una región mayoritariamente suní, es escenario habitual de ataques contra EEUU. Por otra parte, los militares estadounidenses han creado una unidad secreta, la Fuerza de Tareas 121, dedicada a la cacería de Sadam Husein y Osama bin Laden en toda la región bajo el Mando Central, informó ayer el diario «The New York Times».