La ex soldado estadounidense Jessica Lynch, famosa tras su rescate como prisionera de guerra en Irak, está molesta porque el Pentágono manipuló los hechos para presentarla como una heroína. En una entrevista con la presentadora de televisión Diane Sawyer, de la cadena estadounidense ABC, difundida parcialmente ayer, la joven asegura que no disparó ni un tiro cuando el convoy en el que viajaba cayó en una emboscada iraquí. «Mi arma se encasquilló y no disparé ni un solo tiro, nada. No creo que sea una heroína. Mis héroes son los soldados que están allí desplegados, los que viajaban en el convoy conmigo, los que vinieron a rescatarme», afirmó Lynch, de 20 años y que aún se recupera de sus heridas.
En un primer momento, los medios de comunicación habían citado fuentes militares anónimas para difundir que Lynch había disparado «hasta la última bala» y sufrido numerosas heridas de arma blanca y de fuego antes de caer prisionera en una emboscada el 23 de marzo pasado cerca de Nasiriya. La muchacha fue rescatada de un hospital de esa ciudad iraquí por tropas estadounidenses el 1 de abril, en una operación a la que el Pentágono dio gran publicidad. La entrevista, que se emitirá completa el próximo martes, revela que la ex soldado está molesta por el modo en que el estamento militar ha manipulado su historia.
«Me usaron como una manera de simbolizar todo eso», declaró Lynch, quien agregó que «en cierto modo me molesta que la gente se invente historias que no contienen ninguna verdad. Yo soy la única que podía saber lo que pasó, porque los otros cuatro que viajaban conmigo en el vehículo no están aquí para contarlo». No voy a aceptar honores por algo que no hice», insistió la joven, quien indicó que cuando su arma se encasquilló «caí al suelo de rodillas y me puse a rezar. Y es lo último que recuerdo». La ex prisionera consideró que «no es correcto» que se filmara su rescate del hospital iraquí.