Cerca de medio millón de personas, según la policía, y un millón, según los organizadores, se manifestaron ayer en Florencia contra la guerra, en el acto central de las jornadas sobre la globalización del Foro Social Europeo.
Las previsiones iniciales de los organizadores de reunir a unos 150.000 asistentes se vieron superadas, hasta el punto de que al final apuntaron una cifra cercana al millón de personas, mientras que la policía la rebajó a la mitad. Las autoridades italianas habían expresado su temor a posibles disturbios y optaron por desplegar a unos 5.000 agentes que controlaron discretamente la marcha, que discurrió alejada del centro histórico de Florencia.
Aunque la manifestación estaba convocada de manera general contra las guerras, la posibilidad de que Estados Unidos ataque Irak si no cumple la resolución de la ONU sobre desarme dio a la convocatoria el aire de una iniciativa contra la política de George W. Bush. Al final se leyó un comunicado en varios idiomas en el que se aludía expresamente a ese eventual conflicto al afirmar que «sería una catástrofe para el pueblo iraquí, que ya sufre a Sadam Husein, y podría tener efectos negativos en Oriente Próximo».