El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, rechazó ayer en Ankara una nueva resolución de la ONU sobre desarme y advirtió de que Irak considerará «enemigos» a los países que participen en un ataque contra Bagdad. Irak «tomará represalias contra los países que quieren dañar nuestra soberanía e intereses», dijo Aziz tras reiterar que Bagdad se opone a que la ONU permita el uso de la fuerza si el régimen iraquí no cumple nuevas exigencias para su desarme.
Añadió que «Irak y otros muchos países, incluidos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, consideran inaceptable y no ven necesaria una nueva resolución, ya que las que existen siguen vigentes y son suficientes». La advertencia del viceprimer ministro iraquí se produce después de que EE UU se opusiera al acuerdo para el regreso a Bagdad de los expertos de armas de la ONU y exigiera una nueva resolución. La administración de Washington basó su petición en que ese acuerdo no incluye la inspección de los palacios presidenciales de Sadam Husein, donde según EE UU se almacenarían armas de destrucción masiva.