El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló ayer que las negociaciones con Argentina para un acuerdo financiero están siendo dificultadas por la falta de «consenso político» y apuntó que los problemas de ese país están «extendidos». El portavoz del FMI, Thomas Dawson, anunció que una misión de este organismo viajará a Buenos Aires, posiblemente la próxima semana, pero advirtió que sigue sin haber «un calendario» para alcanzar un acuerdo con Argentina y que restan por resolver «asuntos principales».
Dawson indicó que existen áreas en las que ha habido «progreso», pero otras «en las que ha habido menos», entre las que citó los sectores monetario y bancario, además de «aspectos legales». «Es una situación cambiante, pero necesitamos tener un conjunto claro de reglas de juego», y «eso sigue siendo una preocupación» en Argentina y «las autoridades lo comprenden perfectamente», destacó el portavoz, quien insistió en que ese país precisa «un ancla monetaria».
La Corte Suprema de Argentina decidió recientemente la restitución del 13 por ciento a los salarios de los funcionarios estatales y el Congreso acaba de decidir que se postergue la ejecución de las deudas. «Es una situación muy, muy difícil, no hay un consenso político sobre hacia dónde progresar... Es un país de muchos millones de personas, con unas provincias con una fuerte tradición política, es una democracia, y es preciso que respetemos el proceso en marcha», añadió el portavoz del organismo. En referencia a las negociaciones con el país suramericano, destacó que «es importante hacerlas lo más rápido posible, pero también es importante intentar hacerlas de la manera correcta».
Dawson no quiso identificar los aspectos en los que existen diferencias entre el Fondo y el Gobierno del presidente Eduardo Duhalde, y tampoco definió la respuesta de ese organismo a la carta de intención presentada por las autoridades argentinas. «Es un proceso continuado y daremos a las autoridades más detalles sobre las preguntas que se derivan de esa carta», dijo Dawson, quien señaló que «estamos aún tratando de entender mejor lo que dicen en la carta y lo que tratan de lograr». El ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna, envió hace dos semanas una carta de intenciones al organismo que, por el momento, no ha suscitado reacciones oficiales del FMI.