El presidente de EE UU, George W. Bush, dijo ayer que su mayor prioridad es «ganar la guerra contra el terror» y «mantener a nuestra patria segura», al pedir al Congreso que apruebe pronto una ley de fondos para la defensa.
Al mismo tiempo desafió al Congreso a que respete a los contribuyentes y que sea disciplinado con el dinero de éstos, para que la economía siga creciendo. Estos planteamientos los hizo en su habitual mensaje radiofónico transmitido desde su rancho en Crawford (Texas), donde se encuentra de vacaciones.
Bush dijo que, con el objetivo de ganar la guerra contra el terrorismo, su presupuesto para el año fiscal 2003, que empezará el 1 de octubre próximo, incluye «el aumento más grande en una generación para gastos de defensa». El mandatario informó de que, en ese año fiscal, casi duplicará los fondos para la seguridad de EE UU, hasta cerca de 38.000 millones de dólares. Con este fondo, capacitará y equipará a policías, bomberos y al personal de emergencia, así como al Servicio de Guardacostas y seguridad del agua potable y plantas nucleares.
Asimismo, expresó su satisfacción por la ley de fondos de emergencia aprobada por el Congreso hace algunas semanas.
Irak deja la puerta abierta al diálogo con la ONU, pero
se prepara para lo peor
Irak mantiene la puerta abierta al diálogo con la ONU tras su nueva
oferta sobre el retorno de los expertos en desarme internacionales,
mientras sigue preparándose para lo peor si Estados Unidos decide
atacar el país para derrocar al régimen de Sadam Husein. El
Gobierno iraquí, que no ha cambiado el tono desafiante respecto a
las amenazas de Washington, ha reiterado a Naciones Unidas que no
se opone al retorno de los inspectores, pero dentro de un «acuerdo
global» que permita el levantamiento de las sanciones que pesan
sobre el país desde 1990.