Atrapado entre una incontenible crisis financiera y los cuestionamientos políticos de su partido, el presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, aceptó ayer dar un vuelco en el rumbo que impuso a su gestión desde que subió a la Presidencia el pasado 1 de enero, a cambio del respaldo explícito de los gobernadores y legisladores peronistas para que continúe en el poder, después de que ayer renunciara Jorge Remes Lenicov al Ministerio de Economía. Después de tres días en que las actividades bancarias se encuentran totalmente paralizadas por el festivo cambiario y bancario dispuesto por el Gobierno, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, confirmó ayer que Argentina volverá a adoptar un tipo de cambio fijo, pese a que fue justamente Duhalde quien decretó la salida de ese régimen el pasado mes de enero cuando llegó al Gobierno.
Esa decisión fue acordada por el presidente y los líderes del peronismo aún antes de elegir al sucesor de Remes Lenicov, y de que se defina una reestructuración global del Gabinete de Gobierno. Fernández indicó también que se reformulará la negociación con el FMI, y que se promoverá una solución al congelamiento de los depósitos bancarios distinta a la que impulsaba el Gobierno hasta el lunes, que consistía en convertir en bonos del Estado los ahorros congelados en el sistema financiero desde el pasado mes de diciembre. Después de siete horas de reuniones el martes y otras tres el miércoles, Duhalde seguía encerrado en la residencia presidencial de Olivos con 11 gobernadores y una comisión de diputados y senadores, para negociar el futuro plan económico y la integración del Gabinete.
Los líderes del peronismo propusieron un conjunto de medidas económicas que contemplan establecer un tipo de cambio fijo entre el peso y el dólar a una paridad de 2'50 por unidad, devolver un porcentaje del dinero bloqueado en los bancos, y reducir del 21 al 16 por ciento la tasa del impuesto al valor agregado (IVA), confirmaron dos diputados que participan de las deliberaciones. Los bancos en Argentina están cerrados desde el lunes, por temor a que la masiva salida de depósitos por autorización judicial provocara un derrumbe del sistema financiero. Para evitar el colapso bancario, Remes Lenicov dispuso un festivo bancario y cambiario total a partir del pasado lunes, e intentó aprobar la Ley de Canje de Bonos. El rechazo del Parlamento a ese proyecto acabó el martes con el conductor de la economía argentina, y desencadenó una crisis en el poder que amenazó la continuidad de Duhalde como presidente. Otros tres ministros presentaron la dimisión y se espera que se anuncie quiénes serán sus reemplazantes.
«Habrá cambios económicos, pero no todo lo satisfactorios que el FMI quisiera», señaló el secretario Fernández a la radio local 'Continental', único hombre del Gobierno autorizado a hablar en público. La decisión de retomar la política monetaria de cambio fijo es justamente una de las medidas que resistirá el FMI, que aconsejó a Duhalde el pasado mes de enero decretar la liberación del mercado de divisas. Después de 11 años de paridad 1 a 1 entre el peso y el dólar, Duhalde dispuso una devaluación que hoy amenaza con disparar un proceso de hiperinflación. Pero Duhalde no se conforma con el apoyo de su partido. El presidente se reunió anoche (hora española) con la plana mayor del justicialismo para consensuar el nuevo Gobierno, tras la renuncia de Lenikov.