En una sorprendente propuesta, el ministro principal del Ulster y líder del Partido Unionista, David Trimble, pidió ayer que se celebre el año próximo un referéndum sobre la unidad de Irlanda. La iniciativa, que ha pillado descolocada tanto a la clase política irlandesa como a la británica, pretende, según explicó el propio Trimble, «poner en evidencia» al movimiento republicano; esto es, demostrar que «hay una gran mayoría de norirlandeses» que quieren que su provincia siga siendo parte del Reino Unido.
Trimble, en un nuevo golpe de efecto, soltó la «bomba» en su discurso de ayer ante la asamblea anual de su partido, el Unionista del Ulster (UUP), que, reunida en Balfast, lo reeligió como líder por absoluta mayoría y sin que hubiera otro candidato al puesto. La idea del jefe del gobierno norirlandés no es otra que desarmar lo que él llama «el farol» del movimiento republicano sobre la unificación de Irlanda. Lo cierto es que el líder del Sinn Fein (brazo político del IRA), Gerry Adams, volvió a «desafiar» recientemente al UUP planteando un debate sobre la convivencia política de nacionalistas y unionistas en una Irlanda unida.
Trimble, pues, decidió ayer recoger el guante y pedir públicamente un referéndum que quiere que se celebre en mayo de 2003, coincidiendo con las elecciones para renovar la asamblea legislativa norirlandesa. «La mayoría de Irlanda del Norte "católicos, protestantes y no confesionales" está por la unión de manera aplastante, como probaría un referéndum», manifestó. «No tenemos que temer más que a las consecuencias del miedo mismo... así que vamos a poner en evidencia a los republicanos; que haya el año que viene, en el mismo día de las elecciones a la asamblea, un referéndum». El dirigente unionista pretende "según explicó" que este tema quede aparcado durante unos cuantos años: «Dejemos claro a los nacionalistas durante la próxima generación que el Reino Unido está aquí para quedarse».