Soldados de la Guardia Nacional se encuentran desde ayer en alerta y apostados en el legenario puente Golden Gate para prevenir un atentado terrorista tras detectarse una seria amenaza que ha colocado por primera vez a California en estado de alarma. El gobernador de California, Gray Davis, colocó tropas de la Guardia Nacional en los cuatro puentes que, según advirtió, podrían convertirse en objetivos terroristas; la Guardia Costera ha estrechado aún más las medidas de seguridad y los guardabosques patrullan los dos parques nacionales a ambos lados del Golden Gate.
El tráfico en los dos principales puentes de la bahía de San Francisco, que normalmente es extremadamente denso en las horas punta de la mañana, era ayer demasiado fluido como para tratarse de un día laborable, lo que indica que la amenaza revelada por Davis ha hecho mella en los ciudadanos. De hecho, algunas compañías del área de la bahía alertaron a los trabajadores de las amenazas por correo electrónico y dieron permiso a sus empleados para que se tomasen el día libre o trabajasen desde casa si sentían mucho temor a cruzar los puentes.
El gobernador habló en la noche del jueves de «seis amenazas verosímiles» que se podrían producir entre el 2 y el 7 de noviembre, en horas punta. Sin embargo, las autoridades federales se distanciaron de Davis y afirmaron que no había motivo para creer que hubiera ninguna amenaza específica contra los puentes, sino contra toda la Costa Oeste en general. Spike Helmick, comisario de la policía californiana, dijo que la amenaza «no es concreta», y que no hay necesidad de caer en el pánico. Pero, acto seguido, y siguiendo la tónica general, pidió a los californianos que extremen las preacauciones.