Si una persona recibe un sobre y sospecha que puede contener esporas de ántrax, debe evitar en todo momento alarmarse y manipular la sustancia, además de meter el sobre en un recipiente hermético de plástico para aislarlo, lavarse las manos y llamar a un teléfono de emergencia. Éstas son las recomendaciones generales de las autoridades sanitarias ante un hipotético caso de carbunco, aunque desde el Gobierno se reitera que España no es objetivo prioritario de un posible ataque bacteriológico.
Según el Ministerio de Sanidad, si quien haya recibido el sobre sospechoso cree que la sustancia ha podido impregnar sus ropas, debe quitárselas y ducharse. Además, se deberá comunicar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado la posibilidad de que otras personas hayan estado en contacto con el ántrax, y agentes del grupo nuclear, bacteriológico y químico (NBQ) serán los encargados de recoger el producto.
Por su parte, los médicos comenzaron a recibir ayer los protocolos preparados por el Ministerio con el fin de precisar con exactitud los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento del carbunco. En el caso de que una persona llegue con un sobre sospechoso a un centro clínico, se seguiría un procedimiento similar, es decir, se comunicaría de forma inmediata a Protección Civil para que las fuerzas de seguridad se hagan cargo del producto y se realizaría una análisis de sangre y heces del paciente para determinar la enfermedad. Como medida preventiva se le sometería a tratamiento con antibióticos y, si se detecta la enfermedad, se procedería a un tratamiento de choque o a su internamiento.