El movimiento talibán, que gobierna Afganistán, advirtió ayer que se vengará «mediante diferentes maneras» si Estados Unidos ataca el país como represalia por los mortíferos atentados en Washington y Nueva York. La advertencia se produjo en momentos en que clérigos fundamentalistas del talibán utilizaron sus oraciones del viernes para instar al mundo musulmán a unirse en contra de Estados Unidos. «Oh, musulmanes del mundo, deberíamos estar juntos y unidos si Estados Unidos nos ataca», dijo un clérigo a sus seguidores en una mezquita de Kabul. La oración fue repetida a través de toda la capital.
Washington sostiene que el guerrillero Osama Bin Laden, que vive en Afganistán como «huésped» del Talibán, es el principal sospechoso de tener vínculos con los ataques en Estados Unidos. El gobierno de Washington anunció que tomará represalias contra los responsables de los atentados así como contra los países que les dieron apoyo.
Pero el régimen talibán insistió ayer en que Bin Laden, que cuenta con un ejército personal de miles de seguidores dispuestos a dar la vida para proteger a su líder, no pudo orquestar los atentados. El embajador del régimen integrista de los talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaeef, dijo que los atentados fueron una sofisticada operación que no está al alcance del disidente saudí.
Mientras tanto, Bin Laden se encuentra en el sur de Afganistán, en las montañas de Kandahar, según el general Anatoli Kvashnin, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia. Según otras informaciones que circularon ayer, Bin Laden pudo ser llevado a Pakistán por servicios secretos de Islamabad supuestamente para «canjearlo» con EE UU por un levantamiento de las sanciones a causa de su programa nuclear y el golpe militar de octubre de 1999.