La nueva asistencia otorgada a Argentina por el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe ser reforzada por una «reforma integral del Estado» que permita crear «una nueva Argentina», afirmó el presidente Fernando de la Rúa. En un mensaje transmitido por televisión, De la Rúa explicó las ventajas que sacará el país a partir del anuncio del FMI de que concederá una nueva asistencia por 8.000 millones de dólares, pero también habló de los deberes que debe hacer en casa.
«Es el momento de la reacción argentina, o de la rendición», señaló el mandatario, que apareció en la televisión con buen semblante, una leve sonrisa y con un tono didáctico para explicar a sus ciudadanos hasta dónde llega la recesión y por qué se logró la ayuda. «El mundo nos brindó su confianza, dijo De la Rúa, y ahora nos toca mostrar al mundo que somos merecedores de esta confianza y tenemos el coraje necesario». A pesar del monto de esa asistencia, el FMI acudió de nuevo al rescate del Gobierno de Fernando de la Rúa, ante el riesgo de que Argentina no pudiera abonar sus compromisos de deuda.
La «nueva Argentina» que delineó De la Rúa no partirá de «curas milagrosas» ni de «soluciones mágicas», sino con una fórmula simple: «Hay que gastar menos, recaudar más y combatir la evasión». Una de las principales herramientas para esa misión será la ley de «déficit cero» que fue aprobada por el Parlamento el 30 de julio pasado, y que obliga al Estado a no gastar más de lo que ingresa, después de haber acumulado en el primer semestre un déficit en las cuentas públicas de 4.743 millones de dólares.
Unido a esto, De la Rúa anunció un «ataque coordinado» en varios frentes: en el social, en el político y en la reforma del Estado. En lo social, el gobernante dijo que serán unificados todos los programas sociales, que están desperdigados en diferentes áreas del Gobierno central y repartidos también entre las provincias. En lo político, convocó un plebiscito para después de los comicios legislativos del 14 de octubre, con el fin de llevar a las urnas propuestas para recortar el costo de la política.