El índice de precios al consumo tuvo en julio pasado su mayor descenso en 15 años, lo que demuestra una inflación contenida y prepara el escenario para otro recorte de los tipos de interés la semana próxima. El Departamento de Trabajo informó ayer, jueves, que, durante el mes de julio, el IPC bajó un 0'3 por ciento, la segunda lectura negativa de ese indicador desde 1986. La baja estuvo encabezada por la disminución de los precios de los combustibles.
En otro informe, el Departamento de Trabajo indicó que las remuneraciones semanales promedio, ajustadas por inflación, subieron un 0'6 por ciento en julio, después de un aumento del 0'3 por ciento en junio.
El núcleo del índice de precios al consumidor o al consumo, que excluye los combustibles y alimentos, subió un 0'2 por ciento en julio después de un aumento del 0'3 por ciento el mes anterior. Entre enero y julio el IPC ha subido a un ritmo anual del 2'8 por ciento, comparado con una tasa del 3'9 por ciento en el mismo período del año pasado.
El núcleo del IPC ha subido a un ritmo del 2'9 por ciento, comparado con un aumento del 2'6 por ciento en los primeros siete meses del año pasado. Durante los últimos doce meses la economía de Estados Unidos ha tenido su ritmo de crecimiento más lento desde la recesión que concluyó en 1991, y el informe del IPC sugiere que las compañías se abstendrán de subir los precios de sus productos en los meses venideros.