La economía de la zona euro crecerá un 2'7 por ciento en 2001, según los últimos pronósticos publicados ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo que supone una revisión a la baja de su previsión inicial del 3'1 por ciento contenida en su informe sobre perspectivas mundiales publicado el pasado noviembre. Para justificar estos cálculos, la OCDE alega que «la dinámica del crecimiento ha sido mermada por el choque negativo asociado al incremento de los precios del petróleo», así como a la debilidad del euro, si bien reconoce que estos dos factores cambiaron de tendencia a finales del pasado año.
La OCDE también advierte de que la debilidad de la economía de Estados Unidos, «que puede ser más acentuada de lo previsto inicialmente», ensombrece las perspectivas de la economía en la Unión Europea, pero mantiene su previsión de crecimiento para 2002 en el 2'8 por ciento. En este sentido, considera que «si las perspectivas exteriores continúan deteriorándose más de lo previsto, las presiones inflacionistas pueden atenuarse, con lo que una flexibilización de la política monetaria puede ser deseable».
No obstante, la OCDE no confía en que la inflación en la zona euro se sitúe por debajo del 2 por ciento, el objetivo de inflación fijado por el Banco Central Europeo (BCE), ni este año ni el próximo. Por otra parte, de acuerdo a las previsiones de la OCDE, que califica de «alentador» el panorama del mercado laboral, la tasa de paro en los países adscritos a la moneda única se situará en el 8'4 por ciento en 2001 y en el 7'9 por ciento en 2001.
Por otro lado, los principales institutos económicos alemanes se sumaron ayer a las voces que piden al Banco Central Europeo (BCE) una pronta reducción del precio del dinero y que algunos expertos esperan que pueda producirse hoy mismo. Los seis institutos, conocidos como «grupo de los seis sabios», afirmaron ayer en Berlín que sería «justificada» una reducción de las tasas en medio punto, hasta el 4'25 por ciento, con el fin de no dar «señales erróneas para la estabilidad de los precios».