El presidente estadounidense, George W. Bush, señaló ayer lunes que las relaciones entre Washington y Pekín pueden «deteriorarse» si no se libera con rapidez a los miembros de la tripulación del avión espía EP-3, retenidos desde el pasado día 1 de abril en la isla china de Hainan (sur). «Hoy estamos centrados en la propuesta de presupuesto federal para el próximo año, pero hay un punto que quiero destacar: cada día que pasa es un motivo para que las relaciones entre Estados Unidos y China puedan deteriorarse», indicó el mandatario.
Bush advirtió que si no entregan a los 24 miembros del avión espía, «ello incrementaría el potencial de daño en las relaciones entre Estados Unidos y China, por lo que espero que este suceso se supere con rapidez». Asimismo, explicó que se estaba trabajando para conseguir un final feliz a la situación. «Todos los canales diplomáticos están abiertos para discutir con las autoridades chinas», subrayó.
Previamente, el presidente anunció que había mantenido una conversación telefónica con el agregado militar en Pekín, el general Neal Seabock, y que éste había tenido «una entrevista productiva» con los 24 miembros de la tripulación. «Nos ha informado que se sienten con ánimo bastante alto, que se encuentran bien y esas son buenas noticias», indicó.
Por otra parte el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se ofreció ayer como intermediario para ayudar a resolver la crisis entre EE UU y China a causa del avión espía y de la tripulación estadounidenses que China tiene etenidos desde el pasado 1 de abril en su territorio. «Espero que las negociaciones directas desemboquen en resultados, pero si mi mediación es necesaria, siempre estaré disponible», declaró Annan.