La oposición que exige «derrocar» al presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, denunció ayer la detención de centenares de activistas después de que miles de manifestantes se enzarzaran el viernes en violentos choques con la policía en Kíev.
Tras estos incidentes, los más violentos desde la independencia de Ucrania hace diez años, la policía asaltó la sede de la organización radical UNA-UNSO y detuvo a unos 200 militantes, dijo Yuri Lutsenko, coordinador de las acciones de protesta «Ucrania sin Kuchma».
Tatiana Chornovil, portavoz de UNA-UNSO, aseguró que por toda la ciudad fueron detenidos «varios centenares de activistas», incluidos los dirigentes de esta organización nacionalista radical de derechas y su líder, Andriy Shkil.
«No sabemos nada del destino de unos 300 militantes que no dieron señales de vida tras los sucesos del viernes, y sí tenemos datos de detenciones por toda la ciudad», manifestó.