Los fiscales del Departamento estadounidense de Justicia, que presentarán esta semana sus conclusiones para evitar la posición de monopolio de la empresa Microsoft, se inclinan por la división de la multinacional, indicaron ayer fuentes allegadas al juicio. El juez federal Thomas Penfiedl Jackson, quien el pasado 3 de abril dictaminó que la empresa, la mayor fabricante mundial de programas de operación de computadoras, actúa como un monopolio, dio plazo para que el Gobierno federal y los fiscales de 19 estados ofrezcan esta semana sus conclusiones para remediar la situación.
Microsoft tiene de plazo hasta el 10 de mayo para entregar sus respuestas y luego las autoridades gubernamentales tendrán otro plazo hasta el 17 de mayo para sus réplicas. El juez Jackson presidirá el próximo 24 de mayo una audiencia con argumentos orales sobre las penas que se impondrán a la compañía.
El fallo de Jackson ha abierto el camino para que se interpongan unas 140 demandas de empresas que se han considerado perjudicadas por las prácticas comerciales de Microsoft. Las autoridades gubernamentales propondrán que Microsoft sea dividida en una firma que fabrique el sistema Windows de operación de ordenadores y otra que comercialice todos los otros productos y venda los programas de acceso a Internet, señalaron las fuentes cercanas al juicio, aunque no se descarta que recomienden el desmantelamiento en tres compañías.
Los temores de los inversores sobre el futuro de Microsoft debilitaron las acciones de la empresa, que ayer cayeron un 15'6 por ciento al cierre de la Bolsa de Nueva York. Desde enero, las acciones de Microsoft han bajado un 44 por ciento y el jueves pasado la empresa informó de que sus ganancias habían sido de 5.660 millones de dólares, algo menos que los 5.950 millones de dólares que esperaba la mayoría de los analistas para el primer trimestre de este año.
Microsoft aguarda esta semana las propuestas de las autoridades gubernamentales, mientras su posición se debilita porque los inversores ven más cercana la posibilidad de un fraccionamiento de la empresa y porque ha habido una desaceleración de las ventas de ordenadores personales. El 90 por ciento de los ordenadores personales en todo el mundo emplea el sistema Windows de operaciones que fabrica Microsoft.