Un dirigente político reformista iraní, colaborador cercano al presidente Mohamed Jatamí, fue víctima ayer en pleno centro de Teherán de un intento de asesinato, cuando ni siquiera ha transcurrido un mes desde de la aplastante victoria de los reformistas en las últimas elecciones legislativas.
Said Hajarian, de 47 años, miembro dirigente del Frente de Participación (FP, reformista de izquierdas) y director de un periódico crítico con los conservadores del régimen, recibió dos balazos, uno de ellos en la nuca, según informó el jefe de la Policía de Teherán, el general Moshen Ansari, que añadió en rueda de prensa que los disparos fueron efectuados con un «Colt» con silenciador.
Hajarian pudo salir del coma en la tarde de ayer, según informaron algunos de sus allegados. «Ha salido del coma y respira solo, e incluso cuando los médicos le hablan, reacciona», declaró a los periodistas uno de sus colaboradores, Majid Ansari, un diputado reformista.
El ataque fue perpetrado delante del Ayuntamiento de Teherán, adonde se dirigía Hajarian. Inmediatamente después del atentado, se desplegó una amplia operación policial para encontrar a los autores del atentado, que podrían ser dos hombres que huyeron en una motocicleta de gran cilindrada.
El presidente de Irán, Mohamed Jatamí, visiblemente emocionado pero también indignado, denunció este «atentado terrorista».