El Primer Ministro francés, Lionel Jospin, aseguró ayer, en referencia a los polémicos incidentes de su visita a Oriente Próximo, que «Francia no ha sido humillada, ya que me he comportado dignamente frente a la violencia, que es el peor enemigo de la paz».
Jospin respondía así ante el Parlamento a la pregunta del diputado del grupo UDF Hervé de Charette, quien aseguró que las «imágenes televisadas en todo el mundo son la prueba del fracaso de un trabajo que había durado años».
Cuestionado también sobre el funcionamiento del Ejecutivo francés de cohabitación, muy discutido durante los últimos días, Jospin afirmó que «jamás el Gobierno o el primer ministro han hecho la menor crítica al presidente Chirac sobre política exterior» y que, según el artículo 20 de la Constitución gala, es el Gobierno quien determina y conduce la política de la nación, «que no se reduce a la política interior». Añadió que apenas ha habido problemas durante esta cohabitación y que presidente y Gobierno hablan «con la misma voz».