El régimen militar paquistaní comenzó formalmente el proceso contra el derrocado primer ministro Nawaz Sharif por su supuesta implicación en una conspiración para asesinar al actual jefe del Ejecutivo, el general Pervez Musharraf, que le apartó del poder el pasado día 12 en un golpe de Estado incruento. Según informó ayer el diario «The Frontier Post», Sharif fue presentado el martes ante un equipo conjunto de investigación (JIT) integrado por expertos civiles y militares que elaborará un informe sobre el caso.
El régimen militar acusa a Sharif de haber intentado asesinar a Musharraf negando el permiso de aterrizaje al avión civil de las Líneas Aéreas Internacionales Paquistaníes (PIA) en el que el general regresaba desde Colombo, la capital de Sri Lanka, el día del golpe.
El avión, en el que viajaban unas 200 personas, según el régimen militar, tenía combustible para siete minutos de vuelo cuando tomó tierra en el aeropuerto de la ciudad sureña de Karachi, después de que el Ejército hubiera tomado el control del mismo. Durante el golpe militar, fuerzas del Ejército sitiaron la residencia oficial de Sharif, que posteriormente fue trasladado a un lugar desconocido.
En los días siguientes al golpe fuentes del gobierno militar afirmaron que Nawaz Sharif iba a ser investigado y que dependía de las evidencias el que el ex primer ministro fuera juzgado por un tribunal civil o militar. Por otra parte, Musharraf se negó a ofrecer «un calendario específico» que marque una vuelta de la democracia al país, según anunció ayer en Islamabad una delegación ministerial de la Commonwealth.