El gobierno militar paquistaní prepara los cargos que presentará contra el ex primer ministro Nawaz Sharif, depuesto de su cargo el pasado 12 de octubre mediante un golpe de Estado incruento orquestado por el general Pervez Musharraf. En su discurso al país en el que Musharraf anunció que gobernará al frente de un Consejo de Seguridad integrado por militares y tecnócratas, el «hombre fuerte» de Pakistán subrayó que una de sus prioridades será garantizar que todos los ciudadanos respondan ante la justicia.
El gobierno militar que ya congeló las cuentas bancarias de Sharif, diputados senadores y otros políticos, y dio a los morosos cuatro semanas para devolver préstamos bancarios, empezó a preparar cargos contra el depuesto primer ministro y sus estrechos colaboradores. Según un portavoz, el gobierno militar dispone de un informe detallado de unos 200 folios sobre unos 110 millones de dólares que Sharif y sus colaboradores acumularon ilegalmente de diversas maneras, entre ellas la evasión de impuestos y el uso indebido de fondos públicos.
Por otra parte, la Bolsa de Karachi saludó el programa económico del general Musharraf con un alza del 2 por ciento a la apertura que, según los analistas, es una muestra de confianza por parte de los hombres de negocios y de los inversores. Según los agentes de cambio, la orientación en alza del mercado es «el resultado de las promesas de mejoramiento de la situación económica hechas por el general Musharraf» en su alocución por televisión el domingo por la noche.
Bajo la responsabilidad del CNS, dijo Musharraf, Pakistán aumentará el ahorro interior, emprenderá una reforma fiscal «pragmática», se desprenderá de empresas públicas deficitarias, reactivará la agricultura y adoptará «estrictas» medidas de austeridad.