Los votantes del Partido Liberal Austriaco (FPOE) del radical de derechas Jörg Haider se decantaron por esta formación en los comicios del pasado domingo «por destapar escándalos, acabar con la corrupción» y por que creen que es «una bocanada de aire fresco» en la política austriaca, dominada hasta ahora por socialdemócratas y populares. El carácter xenófobo de las ideas del programa de Haider no fue lo que más pesó en su éxito electoral, que batió marcas históricas al situarse por primera vez inmediatamente tras los socialdemócratas del SPOE frente a su habitual tercer lugar tras los populares del OEVP, reveló ayer una encuesta del instituto austriaco de demoscopia Fessel.
La política racista del FPOE fue la cuarta motivación de voto, con un 47%, seguida de la personalidad de Haider (40%), se desprende del sondeo. Sus electores dieron más importancia tanto el papel del FPOE de descubridor de corruptelas en la política nacional (65%), a la necesidad de introducir un cambio en la dirección del país (63%), así como a la consideración de que esta formación representa sus intereses y es a la que votan habitualmente (48%).
A ello se suma el que Haider ha sabido responder con sus propuestas como ningún otro líder político austríaco a los problemas y preocupaciones de los trabajadores tras el acercamiento al centro tanto de los socialdemócratas, que se han alejado paulatinamente de su electorado natural, como de los populares, coinciden en señalar los expertos.